Los dueños de Valdecañas recurrirán el derribo: acusan a dos jueces del Supremo de estar contaminados
Los propietarios de las viviendas de la Isla de Valdecañas recurrirán la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la demolición del complejo, formado por 185 villas de lujo, un hotel de cuatro estrellas operado por Vincci, un campo de golf, una playa artificial y un club náutico, entre otros servicios. Según explica a OKDIARIO el abogado de los dueños de los chalets, Luis Díaz-Ambrona, aún están estudiando a través de qué vía recurrir porque han encontrado «varios puntos flacos» y tienen varias posibilidades.
La primera cuestión es que la composición del tribunal podría ser un motivo para solicitar la nulidad de la sentencia, puesto que el letrado considera que “está contaminado”. En este sentido, Díaz-Ambrona asegura que dos de los cinco magistrados que componen la Sección Quinta de la Sala III del Tribunal Supremo ya se habían pronunciado con anterioridad sobre esta causa.
Uno de ellos es Wenceslao Olea Godoy, que fue ponente de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), que en 2011 declaró ilegal el proyecto de interés regional que permitió la construcción de la Isla de Valdecañas. Mientras que Inés Huerta Graciano formó parte de la sala que admitió el recurso interpuesto por Ecologistas en Acción ante el Supremo.
Por esta razón, el abogado de los propietarios de las villas estima que «ambos magistrados deberían haberse abstenido». «La Ley dice que el juez que haya intervenido en una instancia inferior tiene que abstenerse de la revisión de la resolución ante el tribunal superior», matiza. De ahí, podría derivarse «la nulidad de la sentencia».
Otras posibilidades
Sin embargo, Díaz-Ambrona tampoco descarta acudir al Tribunal Constitucional, puesto que considera que se ha vulnerado el artículo 24 de la Constitución Española, que reza: «Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión».
El letrado explica que el TSJEx consideró en su día que era mejor respetar lo que ya estaba construido que devolver la isla a su estado anterior. De hecho, ordenó la paralización de las nuevas viviendas en construcción, pero avaló el mantenimiento de todo lo que ya se estaba levantado. Por último, la otra opción es recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
En caso de que finalmente se lleve a cabo la sentencia del Tribunal Supremo, habrá que demoler toda la isla y el gasto será millonario. Puesto que se estima que la demolición costará 34 millones de euros y el coste de las indemnizaciones se elevará hasta los 215 millones. El terreno deberá volver a su estado anterior y la isla artificial desaparecerá en su totalidad.
Isla de Valdecañas
La conocida como ‘Marbella extremeña’ es una isla artificial de 130 hectáreas levantada en el pantano de Valdecañas. Cuenta con 185 villas de lujo, un hotel de cuatro estrellas, un campo de golf, una playa artificial y un club náutico, entre otros servicios. Sin embargo, el proyecto inicial contemplaba el desarrollo de más de 550 viviendas de lujo; así como dos hoteles de 150 habitaciones, de ellos, uno está terminado y en funcionamiento, mientras que el otro se encuentra con parte de la estructura levantada.
Este desarrollo se empezó a construir en 2007, cuando el entonces presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dio luz verde al proyecto tras recalificar los terrenos protegidos. Desde entonces, los promotores han tenido que enfrentarse a los ecologistas, que denunciaron que la construcción se erguía en una zona protegida, al estar incluida en la Red Natura 2000 y declarado Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).